miércoles, 23 de marzo de 2016

Destino de cuadros

Tenía que ser hoy (enfadado)
Tenía que ser hoy (sonriendo)

Hoy teníamos que vernos. Y Si, hoy. ¿Por qué?
Por muchas cosas.

Semana santa. Quizá el motivo más obvio. 

Hace dos de ellas pasamos nuestra primera semana juntos bajo un mismo techo y fue increíble. 
Hace una lloraba las 24 horas del día y me refugiaba lejos de mi casa odiándome a mi y a ti.

Esta. Pues vengo de un viaje alucinante por Finlandia, haciendo dos programas de radio, colaborando como realizador en otro, grabando y escribiendo mis cosas, colaborando en proyectos (si te preguntas por qué andaba yo en tribunal a esa misma hora que tu era para aceptar colaborar en un documental). Con mi entrada ya del BBK comprada, porque ya es hora de dejar de pensar que los festivales son algo nuestro. 

Si, he cambiado. Tu, aparte del pelo, poco. He visto tu mirada al suelo, tu apartar la vista de tu amiga, tu sonrisa incomoda, tu falta de seguridad, ahí seguía. Y quizá tu huir al verme finalmente en el mismo sitio que justo ahora hace un año es la demostración de que hay cosas que no cambian. No has cambiado mucho y yo pensaba que si (o eso escribí aquí). 

Fin del luto. Quizá el segundo motivo más obvio

Hace unos días di por finalizado ese luto extraño que me perseguía y me hacia alejarme de toda chica. Si, lo cerré a miles de kilómetros, por fin. Por fin pude dejarme llevar, dar aquellos pasos que me prohibía a mi mismo por un recuerdo de ti. Y desde quitarme ese luto no me había movido del barrio, no es sorpresa que al hacerlo te haya encontrado.
Fin del luto
Día raro. El motivo menos obvio. Yo y mi destino.

Cuando todo sucede tan rápido como diciendo. "Miércoles 23 de Marzo a las 18:30 debes estar en el metro de Tribunal"

Entonces el universo se encarga, te ofrece un proyecto y te dicen de quedar, eliges quedar en Tribunal (cuando nunca quedas ahí, siempre ha sido Sol), cambias la hora en el último minuto sin ninguna razón, podías estar ahí a la hora a la que habías quedado en un principio. Terminas de editar el último vídeo de esa extraña colección de recuerdos "Imanes". Entonces es cuando justo en el viaje en metro piensas llevaba sin ir a Tribunal solo de día desde que estaba con ella. Entonces subo las escaleras de salida y te veo. Y no te reconozco. Reconozco tu cara y no me doy cuenta de que eres tu, hasta cinco segundos después. Entonces el corazón se acelera, tiemblo y me doy la vuelta, subo por las otras escaleras y en la distancia te observo durante minutos. Luego me acerco, creo que te das cuenta y con mucho disimulo huyes y demuestras que no has superado el rencor y que pena.

Hoy tenía que ser para darme cuenta de que sigo haciendo las cosas bien. Seguir agusto conmigo. Me ha encantado verte. Una pena que tu no pienses igual, de verdad. Espero que te vaya bien.

miércoles, 9 de marzo de 2016

¿Donde estás?

Y no me refiero al hecho de que te alejaras y desaparecieras. Mi pregunta va más allá.

¿Donde estás?

Has dejado de existir, no para mí, si no para el mundo tal y como él te conocía y eso es algo triste. Los cambios, la evolución, avanzar...estoy a favor de todo eso. No lo estoy de perder la esencia. La esencia de cada uno. La que como decía en la entrada anterior hace que alguien te convierta en persona espacial por la que merece viajar a través del universo. Está claro que para gustos hay colores, hay personas que tienen como color favorito el marrón o el naranja (pa que veas). ¿El tuyo? El granate. Al menos para vestir. Y al menos así lo era. Quizá ahora sea un normal azul (como ocurre en el 90% de la población). Y no dudo de que de esta nueva persona alguien quede locamente hechizado, pero...

...yo pensaba (y me contaban) que la distancia era necesaria y el tiempo, para un desenlace más positivo, sin embargo, yo no me di cuenta de que significaba que distancia y tiempo simplemente llevaban a un desenlace irreversible sin camino de vuelta.

No dudo de tu felicidad y de que quizá así estés mejor. Solo digo que me da pena que haya desaparecido aquella persona, porque lo que me da miedo es que haya olvidado lo bueno y en su mente solo retenga lo malo. 


Encontrar(se) 
Quizá ocurre como en la pareja de "1999" donde apenas hay nada bonito en su historia según parece y, sin embargo, el chico incluso diez años después sigue recordando esas 12 historias en forma de canciones. Quizá me pasa algo parecido. Quizá él como yo creía que simplemente no era el momento correcto, pero si las personas adecuadas. Por algo era nuestro disco. Quizá era una premonición o quizá una vez más me dejé llevar por la ficción, porque la realidad me parecía demasiado aburrida para vivirla y eso prometía más. En fin.

No pierdo la esperanza de que encuentres el camino de vuelta, aunque yo no pueda verlo. Pero deberías volver a ser una persona espacial, como Leela y encontrar un nuevo Fry que se enamore de ti y mueva las estrellas para sacarte una sonrisa. 

Allá en la galaxia en la que estés se feliz, pero siendo tu. Eso es al final lo que quería decirte con tanto párrafo.

sábado, 5 de marzo de 2016

Tatuajes

Personas espaciales

No se a cuantas personas he podido contar aquí y en Londres el significado de esos tatuajes en este último año. Como si estuvieran en mi piel. Sintiéndome orgulloso del sentido que tenían como si los tuviera yo, pero eran tuyos. Y amé cada una de esas fotos que tomé de ellos y que ya no tengo.

Esta entrada viene en forma de auto-aprendizaje.

Nada es tan especial.

Creía que esa tinta era única, pero cada vez veo ambos dibujos en cuerpos de más gente, de todo tipo de personas. Por lo que esos dibujos en tu piel no eran tan especiales como creía. Tu tampoco.

Es un aprendizaje duro, pero bastante real.


Personas Espaciales

Hacemos especial cualquier detalle, para convencernos de que estamos frente a la persona idónea. Esos detalles pueden ser una peca con forma de corazón, un pelo de color rosa o un tatuaje. Yo lo hice con unas dilataciones que se fueron, con un aparato que se fue, con unas gafas que se fueron, con un flequillo que se fue y unos tatuajes que no se podían ir (aunque en cierto modo se fueron). Como esos tatuajes tu también cambiaste y dejaste de ser especial, quizá por eso me agarrá a ellos, lo poco que se mantenía de aquello que me llamó la atención desde el primer momento. Todo aquello anterior me encantaba y encajaba en mi idea preconcebida de la persona a la que quería querer.

Lo que quiero decir es que somos nosotros los que decidimos creer que una persona es especial. Nunca lo es de forma innata. No digo que esto sea malo. Esta bien pensar que hay gente especial. Lo que quiero decir es que las personas más especiales pueden dejar de serlo porque decidan cambiar aquello que nos hacia pensar que lo eran. Lo bueno...

...que entonces llega esa persona con un septum o con una bonita cicatriz.