sábado, 7 de mayo de 2016

Me daba por muerto

Eran cerca de las seis de la mañana y conducía por largas carreteras, como hacia antes. Entonces empecé a viajar por mi viaje.

Ya casi ha pasado un año. Pero...

(después de un repaso largo de mi gran aventura me hice una pregunta)

¿Y si hace un año me morí?

Me explico.

No me reconozco y me encanto. Claro que sigo durmiéndome tarde, sigo volviéndome loco con un colacao con galletuflas, sigo a veces comportándome y hablando como un niño porque me hace gracia y poco más. 

Demasiados cambios en un solo año. De actitudes, de comportamiento, físicos, mentales...

¿Es posible? 

Durante unos segundos me planteé que nada de lo que me está pasando es cierto. ¿Y si no cogí ese avión? o ¿y si lo cogí pero se estrelló mientras dormía? Suena absurdo, pero es que desde aquel día todo es tan diferente en mi. En mi conmigo. En mi con los demás. En mi con el mundo. Todo lo que he vivido no pega conmigo, como me he enfrentado a las situaciones, como he mejorado, como he explorado, como he arriesgado y como he ganado. Los recuerdos parecen sueños y a veces me asusta eso.

Quizá muerto uno se siente más vivo
¿Que hago con esta barba? Por poner un ejemplo absurdo y demostrativo. Yo nunca me encontré bien conmigo físicamente, y ahora, pues fíjate, si, hasta me siento mejor en ese aspecto.

Esta siendo todo demasiado bueno para ser realidad y se supone que se avecinaba lo peor de mi vida (o eso gritaba a lo cuatro vientos), por sorpresa para mi, todo fue bien, todo va bien sin ella, sin las personas nocivas. Por eso no daré ni un solo paso por acercarme al pasado. Y espero que el destino no joda y no me lo vuelva a poner delante porque no lo necesito, ni lo quiero.

Así que no se si estoy muerto o estoy vivo, pero se que el pasado no fue mejor y el futuro no se como será, pero el presente está siendo inesperado y bonito. Y, tonto de mí, no daba un duro por ello.

Me daba por muerto, pero todavía me quedan cosas que contarme.


No hay comentarios:

Publicar un comentario