jueves, 9 de septiembre de 2021

Si caímos en picado es porque a veces fuimos nubes con la mente

 Paso a resumir una bonita conversación de anoche, omitiendo los: xD, emoticonos, jajaja, y otros detalles y tratando de dar algo de forma al texto porque igual si me lio a poner x? kva y demás pierden algo de valor las palabras que dicen así:

- Pero, a ver, Dani, ¿por que crees entonces que esas personas quisieron este verano estar contigo?

- Pues no se, porque habré adelgazado, por estar moreno, que contrasta mucho con el color claro de las uñas...mmm, la ropa de verano, que me sienta mejor. La verdad que visto mucho mejor en verano que en invierno, eso es así.

- Ósea, ¿de verdad me estas diciendo que por pintarte las uñas alguien va a querer estar contigo? No se, pero a Celia la conociste el viernes en un macrobotellón en las fiestas de Aranjuez y se quiso venir a la fiesta con todos nosotros el sábado. Yo no la vi precisamente fijándose en tu color de uñas.

- Bueno, pues me lo mencionó

- Vale, pero vamos a dejar de decir tonterias. Yo la vi reírse, querer hablar contigo. Ósea si os fuisteis a hablar por ahí como dos horas y era ya de día.

- Ya, bueno.

- ¿Y en el Orgullo? ¿Y en Ávila? ¿Y en Barcelona? Ósea Dani estamos tontos o que. No me jodas con que es la ropa o cualquier otra mierda.

- ¿Y si tengo miedo?

- ¿De qué?

- Joder, mira este verano. Tamara, Pablo, Vanessa... lo han dejado con sus parejas y Celia está punto.

- Vale, ¿Cuántos han terminado a malas?

- Ninguno

- Terminar una relación es una decisión. Terminar una relación a malas es otra decisión. Joder, Tamara llevaba casi 7 años y Vanessa 5. Claro que debe costar dar el paso, pero si lo dan razones tendrán y no tienen que ser estar mal con esa persona.

- Si tengo asumido que las cosas se terminan.

- La cuestión es esa, cuando algo termina puedes dejarlo y dejarlo bien como han hecho. De esa manera no pierde valor lo vivido. Si terminas mal de alguna manera si lo pierde.

- Ya. En verdad flipo con lo valiente que ha sido la gente este verano.

- Bueno, a veces te das cuenta de que aunque las cosas vayan bien no te sientes al 100%  y sí, en verdad han sido supervalientes. Pero vamos, que te vas del tema. ¿Te la vas a llevar al concierto ese o no?

- No.

- ¿Por? Y como me digas que para esa fecha es que ya es invierno y tu ropa no mola tanto o que habrás perdido el moreno te doy una colleja.

- No es eso. Es que no quiero ir con esa persona.

- Vale, pues si quieres ir solo ve solo.

- Tampoco se si quiero ir solo. Ese es el tema. Por eso he dicho esa persona.

- Creo que es normal tener miedo y que pensar a largo plazo agobie, pero acabamos de hablar de estirar una relación por estirarla. Eso tampoco tiene sentido.

- Pues por eso te decía lo de Tamara y estos.

- ¿Pero tu les ves mal?

- Que va. Tampoco les veía mal antes. Ahora les noto no sé, más libres, más como quieren ser y vivir. Como si en verdad te quitas algo que ni sabes que llevas puesto aunque sea una mochila vacía. En plan: No molesta, pero sin ello de repente dices ostia, que libertad.

- ¿ Y no te parece maravilloso?

- Sí, y por eso el miedo.

- Lo que te pasa es que has tenido un verano de ¡viva la Pepa! y al verano le quedan dos días. La vuelta a la realidad está a la vuelta de la esquina. 

- Lo sé.

- Entonces, ¿con quien vas a ir al concierto?

Y ahí volví a esquivar la preguntar y a salir con otros temas mas mundanos. Esa conversación me hizo pensar mucho en todo lo que he visto cambiar este verano en la vida de muchas personas y es verdad que no vi a nadie peor. Obvio que las primeras semanas echaban de menos su relación y no iban dando saltos de alegría por las calles, pero había una calma en ellos mismos que creo que ni eran conscientes de que la necesitaban hasta que la tuvieron. Y necesitaron ese tiempo de adaptación para empezar su nuevo camino.

Este verano he huido de cosas porque quería exprimirlo al máximo. Me ha salido sorprendentemente bien. Y quizá, como digo, en esa conversación había algo implícito en toda esa huida. Ninguna de las personas de este verano era la persona. De eso no tengo la menor duda. 

Sé a quien echo de menos y de quien me acuerdo. Y no, no hablo de la Niña Imantada aunque me acuerde de ella a veces, como es natural y como Tamara o Vanessa se acordarán de sus personas. A ella siempre la recuerdo como se recuerda una película que te gustó mucho, pero que sabes que es una historia de ficción y que no es real. Aunque en su tiempo lo fue. Está tan alejada en el tiempo que es una ensoñación. 

Se de quien me acuerdo, de que risa, de que ojos...como dije en el post anterior puede que me equivocase de persona. Porque a veces construyes una imagen poco verosímil respecto a la realidad, pero tampoco tuve el tiempo ni el contexto para comprobarlo. 

Este verano he visto muchas cosas llegar a su fin. Este verano toca a su fin. 

Solo así comenzará algo nuevo.


No, no evitarás
Que quiera largarme cuanto antes
Si cada vez que me quiero ocultar
Tú me conviertes en gigante

Me has llevado por corrientes de agua que van
A tus redes
Y tus ojos son dos prismas devolviendo oscuridad
No pretendas defenderte

Te diré que no
No me convences
Me quiero evaporar
Entre la gente

No lo vas a negar
Algunas bases no resisten
Y un pulgar puede asfixiar
Y a quien madruga... Dios no existe

Ya puedes preguntar
Preguntar por ahí
O a los tuyos
Si una gota colma el vaso
Otras veces, ya es el mar
Y es el mar esta vez, ¿lo entiendes?

Un día me iré, me iré de verdad
No sé si me ves del todo capaz
De cambiar, nombre y edad, y si me encuentras decirte
"¿De quién me estás hablando?"

No, no lo haré jamás
Me falta valor, o fuerza vital
¿De qué me sirve salir de esta inmensa ciudad
Si de quien pretendo huir, seguirá dentro de mí, y eres tú?
Y eres tú

Si puedo escapar
Es con la mente

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