Fue aquel Verano del Incendio

En nada toca salir otra vez de esta agotadora ciudad inundada en una insoportable ola de calor. Si ya lo decía Casero "para que vivo aquí si odio Madrid". Aunque este verano la noche madrileña ha tenido momentos tan locos que me he sentido un puto adolescente borracho entre fiestas del orgullo, bares de cachimba, jams de poesía, disfraces y sobre todo tercios fresquitos en diversos bares nocturnos. 

En nada me espera la ciudad condal, llevo cinco años sin ir a Barcelona y mañana toca montar otra de esas fiestas de beer pong con los pibes que sirva como preludio del fin de verano, al menos como pequeña despedida hasta que vuelva. De verdad que no hay descanso. Es la mejor forma de no pensar. No pensar en que no parece que vaya a tener trabajo el curso que viene siendo mitad de agosto y no teniendo noticias...aunque bueno, quizá es precipitarse porque es un año raro. El COVID y eso.

La verdad que ya parece que he olvidado que existe un puto virus, quizá porque llevo dos meses con la vacuna puesta. En la segunda dosis hice mi propia fiesta de la inmunidad haciendo un submarino en el baño con 6 personas más enfundado en mi alter ego Capitán Irlanda (adjunto imagen). Quizá no fue una buena decisión, pero fue también la inauguración del El Verano del Incendio.

Hoy he llegado a la página 24 del guion y definitivamente en cuanto termine va a necesitar una reescritura para quedarse en menos. Y va a ser complicado. Ojalá tener un puto lector ideal para estas ocasiones como decía el señor Estefan Rey. 

Y nada que me he venido a escribir porque hace como 31º grados y son las dos de la mañana. Todo risas. 

Fue aquel verano del incendio
No fue una inundación
Atrapados en el centro
Justo de mi habitación

Era un jueves asqueroso
Lo metimos en un cajón
Tú ideaste algo salvaje
Yo no te sé decir que no

Fueron los preliminares
Dale autodestrucción

No sé decirte "no"
Por favor
No hagan esto en sus casas
Por favor
Espera, respira

Lo sabía, era mentira
Existe la perfección
Ahora tenemos testigos
Seremos tú y yo

Las lucecitas, el remedio
No hablar, la solución
Como ser al mismo tiempo
Lo mejor y lo peor

Fue aquel verano del incendio
Tú nunca me dijiste "no"