miércoles, 25 de agosto de 2021

La Vida de los Gatos

Ese es el título.

Todavía no se si son canciones, poemas, fragmentos, pero ese es el título del conjunto de notas tomadas en trayectos, resacas y entre miradas de bares de estos dos meses. 

Así ha sido el verano. Como La Vida de los Gatos. Dos meses después, cuando comienza a calmarse, empiezo a darle forma a todas esas palabras sin saber cual será su forma definitiva. 


No es casualidad que ese relato comience el día que dejé de tomar unas pastillas que durante varios meses solo estaban agudizando los síntomas de mi inseguridad. Y sin los síntomas llegaron las historias. Al final, creo que es de lo que he terminado hablando. De esas historias de verano.

A los pocos días de no tener medicación apareció entre una multitud, en el barrio de Chueca, y la hice reír, tanto que se quiso quedar. Semanas antes la habría hecho llorar, y se hubiese querido ir o incluso matarme. Recuerdo aquella noche jugando a la improbotella y como monté un teatrillo y horas después terminó abrazada a mi hablándome de sus mierdas bajo una farola cerca de Cibeles. Yo no parecía yo, parecía, por fin, una buena versión de mi que llevaba casi un año sin ver. Días después me fui, porque veía el verano venir frente a mi y no sentí lo que me hubiera gustado sentir.

Dos semanas después me planté en la casa rural con gente conocida y otra por conocer. La Gallega se bebía todo lo que se encontraba, hasta el punto de hacerme pensar que yo era abstemio. Bailaba sola, hablaba poco e iba a su puta bola. Y eso hizo que a todo el mundo le llamase la atención. A eso de las 4 se empeño en sacarme a bailar y aunque me resistí accedí bajo la presión social que te dice, "venga, si es una noche" y así fue. ¿Por qué yo? Pensé. Me dijo que me estuvo escuchando todo ese día por la mañana en la piscina, y que no existe mucha gente así.

Después de cruzar, hace unos días, más abrazos a 600 kms de aquí me pregunto por qué no me apetece quedarme en ninguno de esos lugares. Imagino que tiene que ver con el autoestima. Cuando he estado mal he odiado estar solo, he querido tener a alguien cerca y estos dos meses no he parado de hacer como los Gatos, acercarme cuando me interesa y cuando no hacer camino solo. Ahora parece que termina este idilio. Pero este verano queda para siempre. 

Tenía un propósito, que el verano no fuese como el resto del año, con la misma gente, los mismos lugares, mismas rutinas. Y estos 60 días sin medicarme han sido 60 días donde no he necesitado medicación. No creo que sea casualidad.

Lo puedo ver en ti y en tu inseguridad
Sé que se irá curando con la edad
Tu fin del Mundo es hoy, pero revivirás
Y un nuevo amanecer nos brindarás
Y encontrarás tu voz
La que te guiará
Una fuerza interior que no podrás obviar, que todo cambiará
Bailemos con pasión
Al son de mi canción
La que decía que siempre habrá una luz que no se apagará
Si alguna vez me ves desfallecer
Recuérdame cómo todo empezó
Y el mundo girará
Gracias a la ilusión
De gente como tú, de gente como yo y no nos importará
Que nos puedan juzgar
E infravalorar
Porque te llevo en mí, porque te tengo aquí, porque te quiero así

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